Cálculos renales: Remedios caseros, factores de riesgo y cuando es necesario ver a un doctor
La mayoría de los casos de cálculos renales se pueden tratar con analgésicos, fluidoterapia u otra intervención médica. Además, existen diversos pasos que se pueden llevar a cabo para reducir las probabilidades de padecerlos.
¿Qué son los cálculos renales?
Los cálculos renales se producen cuando los minerales y las sales, más comúnmente el oxalato de calcio, se cristalizan en los riñones y crean depósitos duros. Aunque se forman en los riñones, los cálculos renales pueden afectar cualquier parte del tracto urinario.
Los cálculos renales también se denominan piedras o urolitiasis.
Se considera a la deshidratación como un factor importante que contribuye al desarrollo de cálculos renales.
Cuando el cuerpo está deshidratado, el líquido se mueve más lentamente a través de los riñones, lo que aumenta las posibilidades de que los compuestos de sales y minerales entren en contacto directo y se peguen entre sí.
Se pueden formar pequeños cálculos y eliminarlos solos sin causar ningún síntoma. Sin embargo, la mayoría de los cálculos medianos o grandes son extremadamente dolorosos y requieren atención médica.
El jugo/zumo de trigo verde puede ayudar a expulsar minerales y sales del tracto urinario, evitando que se cristalicen en cálculos renales.
El trigo verde contiene compuestos que aumentan la producción de orina, lo que permite que las piedras se eliminen más fácilmente y se disminuya el riesgo de formación.
El trigo verde también contiene antioxidantes, que ayudan a eliminar las sales y minerales del tracto urinario.
Los beneficios urinarios del trigo verde se obtienen mejor al consumir de 2 a 8 onzas (0.06L a 0.24L) de extracto puro o jugo/zumo al día. Los polvos o píldoras suplementarias también están disponibles para su adquisición en internet o en muchas tiendas de salud.
6. Jugo/zumo o semilla de apio
El apio contiene antioxidantes y compuestos conocidos por incrementar la producción de orina. Agregar semillas de apio a las comidas regularmente puede ayudar a reducir la probabilidad de desarrollar cálculos renales.
Uno o dos tallos de apio también se pueden mezclar con agua para hacer jugo/zumo de apio. El jugo/zumo de apio se puede consumir diariamente para ayudar a tratar los síntomas de cálculos renales.
7. Uva ursi
Las propiedades desinfectantes y disolventes de la hierba uva ursi pueden ayudar a limpiar el tracto urinario y facilitar la eliminación de los cálculos renales.
Algunas investigaciones indican que 500 miligramos (mg) de uva ursi puro y seco, tres veces al día pueden ser beneficiosos para las personas con cálculos renales.
8. Caldo de habichuelas
Las habichuelas contienen una gran cantidad de magnesio, un compuesto conocido por ayudar a reducir los cálculos renales y sus síntomas.
Una forma de obtener los beneficios de las habichuelas es sacarlas de sus vainas y luego hervirlas lentamente durante aproximadamente 5-6 horas. El líquido resultante se puede filtrar, idealmente utilizando una gasa, y se sirve caliente o frío.
La preparación puede consumirse varias veces a lo largo del día.
9. Aceite de oliva extra virgen
El aceite de oliva extra virgen es un aceite espeso y rico que puede ayudar a facilitar la eliminación de los cálculos renales al lubricar el tracto urinario.
Un vaso de 5 onzas (0.15L) a primera hora de la mañana y otro al final de la tarde, idealmente al mismo tiempo que otros remedios herbales o caseros, puede reducir el dolor y la incomodidad.
10. Tribulus terrestris
Las bebidas hechas con los frutos del Tribulus terrestris pueden ayudar a reducir los niveles de fosfato en la orina, lo que dificulta la formación de cálculos.
La hierba también contiene compuestos conocidos por aumentar la producción de orina y ayuda a disolver los depósitos minerales.
Todas las partes de la planta y sus frutos se pueden consumir crudas. La hierba puede solo estar disponible en forma de píldora o se puede secar para usarla como té, aunque hay varios suplementos disponibles para comprar en internet.
Una pastilla de 500 mg, o 1 taza de té, puede ser suficiente para ayudar a prevenir los cálculos renales y facilitar su paso.
11. Zumo de granada
Se cree que las propiedades astringentes y antioxidantes de las granadas reducen las posibilidades de desarrollar cálculos renales y facilitan su eliminación.
El jugo/zumo de granada también contiene compuestos que disminuyen la acidez de la orina, lo que dificulta la formación de cálculos.
Comprar granadas enteras y comer sus semillas o exprimirlas es la forma más fácil de obtener estos beneficios para la salud.
12. Extracto, té o jugo/zumo de diente de león
El diente de león contiene compuestos que incrementan la producción de bilis y orina, lo que ayuda a eliminar los desechos del cuerpo.
En forma de píldora o cápsula, 500 mg de extracto de diente de león seco pueden ayudar a aliviar los síntomas de los cálculos renales o prevenir su formación. Se recomienda tomar diariamente de 3 a 4 tazas en forma de té o jugo/zumo.
13. Pérdida de peso
Un peso saludable combinado con una dieta adecuada, rica en alimentos nutritivos y fibra, se considera esencial para la prevención de los cálculos renales y su tratamiento.
La ingesta de bebidas gasificadas, con cafeína y alcohólicas pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle cálculos renales.
Además, se sabe que los alimentos con alto contenido de azúcar, sal o grasa aumentan el riesgo de creación de depósitos en los riñones e intensifican los síntomas.
Factores de riesgo
Según la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés), los cálculos renales afectan aproximadamente al 8,8 por ciento de los adultos en los Estados Unidos (EE. UU.).
Los hombres son más propensos a desarrollar cálculos renales que las mujeres. Aproximadamente, el 10,6 por ciento de los hombres en los EE. UU. presentan cálculos renales, en comparación con el 7,1 por ciento de las mujeres.
Los afroamericanos e hispanoamericanos son considerados menos propensos a presentar cálculos renales.
Algunas afecciones médicas, como la enfermedad renal o la enfermedad de Crohn, pueden causar o aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Además, algunos medicamentos, incluidos los diuréticos, los tratamientos contra el VIH, los medicamentos anticonvulsivos y los antiácidos a base de calcio, pueden aumentar el riesgo de cálculos renales.
La obesidad y la dieta se consideran grandes factores de riesgo para la enfermedad. En los Estados Unidos, aproximadamente el 11,2 por ciento de las personas obesas desarrollan cálculos renales.
Las dietas ricas en alimentos y compuestos deshidratantes, como el azúcar, la sal y el alcohol, pueden contribuir al desarrollo de cálculos renales. Ciertos alimentos, aunque de otro modo nutritivos, también son naturalmente ricos en oxalato.
Las personas con un alto riesgo de desarrollar cálculos renales pueden optar por evitar:
- espinacas
- almendras
- ruibarbo
- okra
- remolacha
- patatas fritas
- frituras
- mantequillas de nueces
- hojuelas de salvado
Cuando ver a un doctor
Una persona debe buscar atención médica inmediata si se presenta un dolor intenso en la parte inferior del abdomen o en los genitales. Muchos cálculos renales se pueden tratar con fluidoterapia y analgésicos.
Sin embargo, los cálculos se pueden atascar en el tracto urinario o dañar los tejidos urinarios, y generalmente requieren cirugía inmediata.
Los síntomas que deben ser evaluados por un médico incluyen:
- dolor abdominal bajo o persistente en la parte inferior de la espalda que dura más de 4 semanas
- fiebre o escalofríos
- vómitos
- náuseas
- sangre en la orina
- pérdida de consciencia
- dolor al orinar
- orina turbia o maloliente
Traducido por Brenda Carreras
Revisado por Carmen María González Morales
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